"Mais on sait peu de choses sur lui [Jacques Lourcelles], sinon qu'il a écrit plusieurs scénarios (pour Jean-Daniel Pollet et Pascal Thomas) et qu'il avait un grand projet de film avec Ricardo Freda, finalement avorté. Il ne passe pas à la télé, son visage n'est pas connu. Cette discrétion renforce en quelque sorte l'aura du livre, lequel parle à sa place, est fréquemment cité ici et là (Louis Skorecki, dans sa feue chronique de Libé, fut son meilleur passeur), voire pillé sans vergogne par des journaleux peu scrupuleux."
Dicen que I Giganti di Tessaglia no es la mejor de las suyas porque es "de bajo presupuesto". Y yo me digo: porque es de bajo presupuesto si paso por Arenal hoy la compraré.
¿Qué tal Farrelly, compro la otra?
LA LOREN MÁS DELGADA Y RUBIA
Though not a commercial success, Heller In Pink Tights is thought by some film historians to be George Cukor's most lavishly visual film. Cukor had never been pleased with the 'look' of most westerns and he hired George Hoyningen-Huene, a famous Russian-born fashion photographer and 1920s illustrator who was an expert at art and design. The final result is a unique film that looks like a cross between a Frederic Remington painting and a Toulouse-Lautrec rendering of music hall performers. It also stars Margaret O'Brien, Ramon Novarro and Eileen Heckart. It also marks Loren's lowest weight on film, the normally voluptuous and full-figured star lost almost twenty pounds at Cukor's request and donned a blond wig.
"Cukor had never been pleased with the look of most westerns..." Ahí es nada.
Ojo al casting: Loren-Quinn, en Cheyenne. (¿Spaguetti?)
Llego ayer el diccionario de Lourcelles. Habla de seis o siete Freda (no de I Giganti), siempre bien, y del western de Cukor. Lo pondera. Dice que aunque es menor, es triunfo (menor). Que es una de las películas que mejor uso han hecho del color, y destaca dos cosas: que Cukor no escatime la violencia pese a que el planteamiento de la producción se prestaba a ello (sorprende la sordidez de la película en varios momentos) y una secuencia de ataque de los indios que acaba como un carnaval o como la Plaza Mayor de Madrid en navidad (cangaçeiros). Ojito porque dura sus buenos dos minutos y tiene un tono que está en frecuencia con los "nuevos cines" (1960). También hay una secuencia de pelea entre Quinn y el pistolero (puñetazos) que sorprende más que por lo convencional por lo insistente. En resumen, sí: hay planos o secuencias de un refinamiento visual considerable, y la película no cuaja. Loren y Quinn, perfectos (no sé lo que digo).
Estuve viendo ayer también el principio de Niagara. No me extraña que Hathaway les gustara a los surrealistas. Podría ser de Buñuel, Niagara.
No he visto todavía la de los Farrelly. Pero sí El grito, de Skolimovski... Ese gran cineasta polaco que parece también ser uno de los grandes cineastas ingleses.
ResponderEliminarEl final de esta entrada exige una matización. NO podría ser de Buñuel, "Niagara". Lo cierto es que Niagara es muy mala. Es decir, hay películas muy malas que podrían ser de Buñuel, empezando por algunas de las suyas, pero todas ellas se distinguen por mantener una cierta intensidad en la "maldad"... (maldad fotográfica, argumental, ambiental.) Niagara es de una flojera que le saca los colores incluso a quien, con muy mala intención, escribe: "podría ser de Buñuel". La explicación está en ese "estuve viendo el principio y..." En efecto, si se cogen cinco minutos, y quizá sobre todo los cinco inciales, Niagara puede parecer de Buñuel. Haced la prueba (bueno, la televisión hará la prueba con vosotros si algún día se emite, que seguro que se emitirá). La desagradable sospecha de que los personajes estén hablando "de otra cosa", de que la luz esté dando a entender "otra cosa", de que el director está dejando caer algo que ni siquiera él sabe muy bien lo que es. Esto no pasa con Hitchcock. Esto puede pasar también con otros directores, muy distintos a Buñuel.
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