martes, 10 de mayo de 2011

Visite nuestro cine : Orient Express

para Coralie, que sabe de qué va esto



Ulises busca departamento en el exilio,
en Itaca ya solo hay turistas.

Juan Villoro

Como no tengo memoria no recuerdo lo que hice ayer, ni la liga que ganó el Depor, ni mucho menos en qué puesto jugaba Robert Parish (el jugador, no el cineasta y niño actor), y tampoco los últimos cines de barrio en Madrid, a los que fui en mi infancia y que hoy son tiendas de ropa o, en el mejor de los casos, supermercados Día.

Supermercados Día... quizás tenga que ver con esto lo que tanto me gusta de los UGC Orient Express, unos multicines que siempre recomiendo y que se encuentran en un gran centro comercial del centro de París, ese que ocupa el lugar de las antiguas Halles, los grandes mercados adonde llegaban verduras y demás productos frescos, al pie de la iglesia Saint Eustache, adjunto foto de una escultura de Raymond Mason que está en la iglesia, conmemorativa, evocadora a su vez de ese mercado del pasado, tan perdido ahora como el de las salas de barrio. (Lo visteis también en algunas películas, en Irma la dulce, que yo recuerde.)


Allí hubo un mercado y ahora un gran centro comercial y entre medias hubo un gran agujero en obras que Marco Ferreri convirtió en el agujero de todas las batallas contra la opresión, agujero donde los indios una vez más le vencían la batalla al general Custer, le vencían otra batalla parcial a la caballería.

Ved el agujero:


Ese agujero ya no existe, la película nadie la quiso ver en su día y no hay monumento a la batalla. En su lugar hay un centro comercial con tiendas, restaurantes de comida rápida, mediateca, piscina, escuela de teatro, forum des images y dos multicines. Los grandes y los pequeños, los de estreno y los de las últimas semanas, los de arriba y los de abajo (como el detergente, así de sencillo).

Los de arriba son unas veinticinco salas, el UGC Les Halles que, según me dice un amigo, son los cines más frecuentados de Europa. Unos cines a tono con el gran centro comercial, unos cines que vienen a ser como el Carrefour o el Champion. Grandes y concurridos, y a veces hasta proyectan las nuevas de Rivette o de Garrel.

Los de abajo son el Orient Express, nombre cuyo origen por ahora desconozco. No son los más concurridos de Europa, son mucho más pequeños y difíciles de encontrar, uno no se los topa si no los busca, en una galería particularmente subterránea y esquiva del centro comercial. Aquí no proyectan ni a Garrel ni a Rivette, pero tampoco estrenan a Aronofsky y demás oscarizables.

Cuando programan de estreno es porque los exhibidores no consideran la película digna de confianza. Allí van los estrenos del UGC Les Halles que ya no resultan rentables en villarriba pero a las que todavía se les pueden sacar unas entradas, y las comedias y películas de terror americanas que se estrenan sin convicción, sin duda por compromisos comerciales. Alguna vez he querido creer que el Orient Express es lo más parecido que puedo encontrar a un cine de barrio, con su público sin pretensiones, con sus raros en busca de alguna película ignorada. Aunque pensándolo mejor lo dudo. Me pregunto si el Orient Express no es al Ugc Les Halles lo que el Día al Carrefour. Nadie va a pretender que el Día sea lo más cercano a un viejo mercado de barrio. Nadie, por muy perverso que sea, va a preferir los tomates de el Día. (Y no, Les Halles no era un mercado de barrio, era otra cosa,algo inmenso, un verdadero mercado de ciudad.) ¿Entonces?

¿Si no es por considerarlo un vestigio de un tipo de cine que ya no existe,sino más bien lo contrario?

Probemos de otra manera: son uno de esos cines en los que se siente el temblor del metro y del tren de cercanías, temblor que a veces se acompasa con la película y a veces no, pero que en el fondo nunca molesta, nunca impide seguir con interés una película.(¿Si el metro es uno de los peores lugares para respirar pero uno de los mejores para leer, no serán estas salas uno de los mejores lugares para ver cine? ¿No es acaso el Orient Express un nombre de tren, aunque este tren esté detenido en vía muerta junto a andenes del metro y del RER? Cine-tren de cercanías.)


Es un cine al que voy con una amiga a ver comedias americanas en cuyo éxito nadie confía (a veces con razón,a veces no), alguna película de terror, alguna película de acción (recuerdo una producida por Johnnie To sobre un creador de accidentes). Es donde vi por casualidad Zohan, una comedia con Adam Sandler de esas que la crítica francesa destroza en su estreno en salas y ensalza en su lanzamiento en dvd. Es donde vi How do you know, de James L. Brooks, comedia brillante y con estrellas que el exhibidor no juzgó digna de mejor suerte.

¿Será esto lo que me hace pensar en el Orient Express como cine de barrio, la posibilidad de encontrar entre la aparente morralla películas notables? Una sala en la que uno entra porque llueve, porque pasaba por al lado, por hacer tiempo hasta el fin del mundo. O una sala que es como uno de esos video-clubs a los que nunca fui, que promete el mismo tipo de películas, el mismo tipo de placer. (Pero esto tampoco se sostiene, la comedia que aquí se estrena en el Orient Express puede ser una gran producción destinada tan solo al mercado americano y la serie b y z ya no se estrena.)

El Orient Express podría ser mucho más de lo que es, una teología negativa, un lugar donde la estrella sea Paul Rudd, estupendo en How Do You Know y que entonces se recuerda como el actor ya estupendo en Lío embarazoso y en The shape of things...

(The shape of things, una película que me pasó un amigo en dvd, una película de Neil Labute, adaptada de una obra de teatro de Neil Labute, francamente teatral, una de las películas con menor número de escenas que he visto, una película carne de olvido y sin embargo no, está bien, teatro enlatado, eso lo podríamos hacer nosotros. En Francia no la estrenaron, y si la hubiesen estrenado habría sido una breve semana en el Orient Express. )


Pero tampoco es eso, no hay cinefilia subterránea, ni los Cahiers ni Première,ni quizás merece la pena que tal lugar exista, un cine donde las estrellas y los prestigios son otros, ignorados cuando se sale de las galerías subterráneas.



El Orient Express es un cine que se parece a ese parking en el que va a caer la próxima víctima de una película de terror. Un cine que huele a cansancio. Un cine donde el sonido no es bueno y eso casi siempre es bueno. Un cine en el que todavía podrían poner uno de esos viejos anuncios de “visite nuestro bar” y no los inevitables anuncios de seguros médicos y de schweppes, pero no lo hacen, y es cierto que ya no hay bar que visitar, tan solo galerías comerciales que al anochecer se quedan desiertas y salimos a la calle buscando nuestro bar y lo encontramos cerrado por orden de la alcaldía, por ruidos nocturnos, y tenemos que seguir caminando hasta las viejas puertas de París para tomar una cerveza barata y recordar los mejores momentos de la película, o para olvidarla y hablar de otra cosa y quedar en que la semana que viene volveremos a ese cine de cercanías en vía muerta.

(Continuará... no es tan fácil salir del agujero de Les Halles, y por mucho que busco y pienso sigo sin saber por qué me gusta el Orient Express, por qué me identifico con él, encontrar la respuesta equivaldría a entender lo que es el cine hoy, y eso me resulta muy difícil...)




3 comentarios:

  1. Así visto de lejos, lo de Ferreri parece una película de Angelopoulos o todos los críticos del festival de San Sebastián concentrados en el fondo del mar el día que las aguas se separaron como en Los diez mandamientos por un premio que no dieron.
    Gran entrada, muchas gracias.

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  2. La pelicula de Ferreri es que es muy buena, y si, es todo eso el plano, y también un plano de Western, y Naturaleza muerta con mas marcha.
    Yo creo que es una pelicula que le podria gustar mucho a un indio anonimo.

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  3. Hola diablillos, deciros únicamente dos cosas sobre el agujero de Les Halles y su cine UGC Orient Express:

    1 - El agujero ha servido de experimento para hacer avanzar la genética de poblaciones. La tierra extraída del agujero fue distruibuida en diferentes jardineras y plantaciones de árboles de otros distritos de París (en aceras o en parques). En las raices y tocones mezclados con la tierra había una población de termitas que hasta hoy en día ha ido proliferando en esos mismos puntos a los que las termitas fueron exportadas. Los científicos pueden perfectamente identificar qué termitas de diferentes puntos de París son o no son provenientes del agujero de Les Halles.

    2 - El espacio que ahora ocupan los locales del UGC Orient Express estuvo vacío durante años... y es que antes de ser un cine fue un parque temático, el Parque Oceanográfico Cousteau (de 1989 a 1991, año en que lo cerraron definitivamente por bancarrota). Sí, sí, Cousteau, ese brillante hombre de nego... perdón: ese brillante explorador del mundo submarino...

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