martes, 18 de mayo de 2010

Desde el autobús: heterodoxos populares




Ayer en el autobús, Madrid-París, un libro gordo y en la tele una de Jackie Chan, ambientada en otra época, primera mitad del siglo veinte, sin los auriculares, de vez en cuando echo un ojo a la pantalla, me quedo mirando bastante rato, vuelvo a la lectura otro rato, vuelvo a Jackie Chan. Cuanto más lo miro, y por mucho que se pelee, y no parece que haga otra cosa, menos me recuerda a un héroe de acción, más me recuerda a un actor cómico, algo así como un actor cómico bueno y popular (de extracción, que se dice), algo así como Cantinflas, el poco Cantinflas que yo conozco, Ahí está el detalle y alguna escena más en Youtube. Jackie Chan se pasa la película peleando, Cantinflas se las pasa hablando, hablando aparentemente de cualquier manera, con torpeza acelerada, en realidad con un virtuosismo de la torpeza y del desorden que acaba contagiando al resto del mundo. Jackie Chan pelea de manera aparentemente más torpe que los otros, más bajito y menos elegante, no es un héroe de acción. En la película que ponían en el autobús tiene varias escenas en las que lucha borracho, en las que se emborracha para luchar mejor (tirando del hilo descubro ahora que se trataba de La leyenda del luchador borracho) , y en cada pausa de la lucha parece que se va a caer, le cuesta mantenerse en pie, sin embargo vuelve al ataque, y por medios poco ortodoxos acaba ganando. Parece que lucha solo reaccionando a lo que tiene por delante, por delante de las narices, hay un momento magnífico en que se encuentra un dedo señalándolo de cerca e intenta morderlo, pero de reacción en reacción aquello acaba teniendo sentido. Al igual que en Cantinflas con la palabra hay en la lucha de Jackie Chan, en lo que vi en la tele del autobús, un arte de la pausa y la aceleración, una relación peculiar a la regla de sus artes, ya sea la palabra o la lucha, una forma de heterodoxia, una respuesta heterodoxa y popular a las reglas de los juegos del poder. (Que parezca que altamente recuperables por el poder ya es otra historia que aclararé según vaya viendo más películas suyas, aunque lo que el poder puede recuperar es el conjunto, la historia, el sentido, pero no el momento, el gesto, la palabra, el baile.)

Postdata: buceando en IMDB descubro que Jackie Chan hizo de Passepartout en una adaptación del 2004 de La vuelta al mundo en ochenta días, como en su día hiciera Cantinflas. Parece que no he descubierto nada nuevo. Y la leyenda del luchador borracho es la segunda parte o el remake de otra peli de Jackie Chan de 1978.



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