miércoles, 9 de diciembre de 2009

La dificultad de la lectura

Dos escritores que firman juntos novelas policíacas de éxito. El que de verdad escribe ha decidido dejar la colaboración. El que no escribe, o escribe solo de mentira, en los actos sociales, comete un crimen de verdad y mata a su antiguo colaborador.
Colombo investiga el crimen.
¿Es Colombo el protagonista?
Colombo llega, a ojo de mal cubero, al cabo de un cuarto de hora de episodio, que dura 75 minutos. Llega desde el fondo del plano, como por casualidad, nosotros a quien estábamos mirando era a la viuda. Llega y hace alguna pregunta que parece tonta, y prepara una tortilla…
En realidad Colombo no hace nada, o al menos nada que haga avanzar la trama. Ese es el trabajo del criminal, que es el que hace cosas y al que le suceden cosas. Colombo se limita a pasar por ahí de vez en cuando, hacer una pregunta y ver cómo van las cosas. Su presencia exaspera al criminal, pero no le obliga a hacer nada, no provoca ninguna reacción concreta que repercuta en el relato. Para eso están una o dos circunstancias exteriores, pero no Colombo.
Colombo es un lector y el criminal es un autor. Es el criminal el que va creando una trama que el investigador debe de ir leyendo, desandando el camino para llegar al meollo de la obra. Y quizás la exasperación del criminal ante la presencia de Colombo sea la del autor al ver qué idiota aparente le ha tocado como lector.
Colombo es un lector raro, la trama principal, la evidente, no le interesa. Lo que busca son detalles, algo así como la huella personal del autor. Colombo es un crítico macmahoniano. Ve la obra en el detalle de la puesta en escena, no en el relato ni en el tema.
Peter Falk sale directo de Husbands, ni siquiera pasa por casa a cambiarse de ropa, se mete en una historia policiaca y, como no ha dormido muy bien y no se entera, piensa que está en un relato de Henry James y se dedica a buscar la figura en el tapiz.
El final decepciona un poco. La lectura de Colombo parece arbitraria, poco justificada. Correcta en lo teórico, pues designa claramente su trabajo como un trabajo de lector erudito, ha encontrado la prueba entre las anotaciones del asesinado, resulta sin embargo un poco artificial. Quizás juega un poco a lo biográfico, va a buscar la clave en la vida de los autores más que en su obra.
Un par de vueltas de tuerca al final. Parece que el asesino, al cometer su crimen, plagió a la víctima, utilizó una de sus ideas, parece que la víctima es el autor intelectual, aunque no material, de su propia muerte. Una última frase parece desmentirlo.
Aparte de eso una notable construcción espacial y narrativa de la primera secuencia, post-Hitchcock.
Una buena secuencia de preparación de tortilla. Peter Falk acababa de pasar por Cassavetes y había pasado por Nicholas Ray (Wind across the everglades).
Una estupenda manera de llevar libros en los brazos, de tal manera que estén siempre a punto de caerse.
El guión es de Steven Bochco
La dirección es de Steven Spielberg.
Era el segundo episodio y se titulaba Murder by the book. Seguiremos informando
El episodio de hoy lo ponían en el lector dvd de un lector de Pitol.

3 comentarios:

  1. Quel plus beau personnage que Columbo et qu'est ce-qu'elle a créé, la télévision française, pour rivaliser sur ce terrain-là? (DANEY: Hay series y series, 1987)
    Si lo dice Daney estudiaremos la cuestión.

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  2. Cassavettes dirigió a principios de los 70 dos "columbos", que firmó como Nicholas (o Nick) Colasanto (otra referencia a Ray): "Etude in Black", segunda temporada, primer episodio (con Pat Morita y él mismo, en el papel de director de orquesta); y "Swan Song", tercera temporada, episodio séptimo (con Ida Lupino -¿otra referencia etc.?-, Johnny Cash y un cisne negro). Ambas películas estuvieron ausentes de la retrospectiva Casavettes en la Filmoteca de Catalunya en 2004 (donde, por cierto, vi a Vicente Aranda la única vez que le he visto en mi vida).
    "Etude in Black" la emitió Antena3 como telefilm de después de comer calculo que sería en el año 95 ó 96. Recuerdo que lo grabé porque el crítico de televisión del Heraldo de Aragón, un dios (o un friqui de Colombo) publicó que aquello estaba dirigido por Casavettes. (Lo que me hizo comprender que el mundo era más amplio de lo que yo creía.) Pero luego debí de volver a grabar algo encima (sería un programa de cocina). Varios canales autonómicos y uno satélite emiten sin parar episodios de Colombo, incluidos los de los años 90 que evidencian la devaluación del estilo internacional en lo que se refiere a la puesta en escena televisiva. Lo cierto es sin embargo que no me he vuelto a cruzar con "Etude in Black" ni he conseguido ver todavía "Swan Song" (ambas están en DVD).
    Recuerdo la primera secuencia, la de títulos, de "Etude in Black". Casavettes, con frac (director de orquesta), corriendo con rara elegancia por las calles de San Francisco. Una buena carrera, una secuencia larga. Ha dejado el coche en un taller mecánico y, si no recuerdo mal, pide usar el baño para escaparse por una ventana y de este modo tener coartada ya que, tras ir a casa de su suegra, matarla y matar al loro que podría delatarle, todo en tiempo récord, vuelve al taller y sale del baño como si tal cosa, sigue charlando con el mecánico. Evidentemente todas las sospechas apuntan desde antes del crimen a Casavettes, tipo engreído, irascible, pobre (su mujer es riquísima) y además director de orquesta, pero ¿quién es capaz de ir, volver, matar, todo sin salir del baño y encima con el coche en el taller?
    Colombo tiene sus sospechas y es perezoso. Acierta. Casavettes lo sabe y él lo sabe. Juro que en un diálogo entre los dos, se ve cómo a Casavettes le crece el pelo de un plano a otro (casi casi de cepillo a melenita). Aquello sí que era serie B. Parece que Colombo le eche el mal de ojo y por eso a Casavettes le crezca el pelo. Todo esto resulta sumamente sospechoso.
    Al final, agarráos, Colombo descubre la prueba acusatoria en la moviola (es por otro lado un clásico en las resoluciones de la serie, son muchos los casos que Colombo resuelve gracias a grabaciones de vídeo). Casavettes está dirigiendo un concierto televisado y Colombo, que no puede dejar de merodear, está en la unidad móvil, siguiendo vagamente y con gesto asqueado la interpretación tipo Toscanini de Casavettes (es de ver). Entonces repara en que el director de orquesta lleva una rosa en el ojal del frac. Pide que hagan un zoom etc.
    Si no me equivoco hay un momento en el que Casavettes pasa esposado por la sala de realización en la que una multitud de pantallas repite su imagen dirigiendo a la orquesta y le dice al Falk algo así como "¿¡¡¡Pero cómo me has descubierto!!!?" Y se arranca la flor de la solapa, o cosa por el estilo.
    La prueba y el modo en que Colombo la encuentra es absurdo, de acuerdo. Pero es un cuento en el que el asesino se conoce desde la primera secuencia. Precisamente el tema es, no cómo a través de un alambicado encadenamiento de habilidades se encontrarán las pruebas, sino cómo eso será posible manteniendo una torpeza operativa (hacer una tortilla sin libro de instrucciones) y desde algo parecido a la superstición, al mal de ojo (¿al ojo guiñado?).

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  3. Ayer pasamos un rato hablando de Etude in black, que buscaremos por quioscos y vendedores de dvds al por mayor.
    Entre los que tenemos hay uno dirigido por Peter Falk.
    Y he visto que también dirigieron alguno Richard Quine y Ben Gazzara.

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