martes, 7 de febrero de 2012

El hombre del rifle



¿Y no has pensado, no te recuerda, este cortometraje de Nicholas Ray a una película española?

Una de esas que también podrían figurar en una lista de una sola película.

El caramelo es tan bueno, la infancia, la inocencia, que prefiero que no se acabe nunca, y los cuentos que nos leen antes de dormir, pasado su efecto liberador, ensoñador, nos preguntamos: ¿Y si nos quedáramos en ellos, y si pasáramos al otro lado? Lo que era tan bueno se convierte en droga, en dependencia.

Si no fuera por el rifle, el recién llegado podría marcharse. El rifle es la revolución industrial, el rifle es la cámara. Los libros son inocentes.

Un director de cine de serie B llega a una casa aislada, que es como una tribu, que es como otro planeta, en la que un extraño personaje, un adolescente, que ya no es tan adolescente, que es
un adulto-niño, ejerce, sobre quienes se dejan, un extraño poder, una poderosa atracción. Sobre quienes se dejan.

Este personaje necesita al director de cine. Él le ayudará, le dará las claves para hacer cine, para salir de su condición de niño aislado y solitario, pero el efecto liberador y jubiloso durará poco. Y el cine se convertirá para él en una peligrosa droga y la ficción en el único mundo, en la única realidad posible.

Y hasta el final, necesitará al director de cine de serie B, su maestro y discípulo, y no le dejará volver a su mundo, a su novia, a sus películas baratas.

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