jueves, 2 de julio de 2015

color lavanda

...él empieza bailando, vaso en mano, el actor, Hal Skelly era bailarín, se había fugado con un circo a los quince años, debía de ser un poco payaso también, al principio de la película parece un animador de bares clandestinos, baila con un ritmo descompuesto, milagro de las articulaciones de goma, en el límite entre la gracia y el ridículo, al poco se casa y ya no bebe y ya no baila, es obrero en una fábrica o en una fundición, un lugar de esfuerzo y de trabajo, tiene una hija y sigue siendo un hombre alegre, sí, la alegría de la huerta aunque no baile, pero quizás, a saber, la película no lo dice, quizás le falte un poco de baile a su alegría, un poco de movimiento descompuesto...
...entonces aparece una corbata color lavanda...
...y reaparece el alcohol...
...esta es una película sobre el alcohol, casi cada segundo es, directa o indirectamente, sobre el alcohol, pero también es una película donde, en el fondo, una corbata color lavanda desata el miedo y cuando el miedo se desata ya no hay manera de atarlo y entonces el cuerpo vuelve a moverse, cada vez más, cada vez peor, descontrol de un brazo que de un solo gesto desbarata todos los adornos de una fiesta... 
...esa corbata color lavanda es una tontería, es la culpa de nadie, la culpa ajena...
...esa corbata color lavanda no es cualquier cosa, sin ella la película sería diferente... 
...esa corbata color lavanda es lo que puede hacer huir por la ventana a un hombre hecho y derecho, a un hombre hecho que se ha comprometido a mantenerse derecho y no descompuesto, antes el desastre que esa corbata...
...y a cada rato se le descompone un poco más el cuerpo a Hal Skelly, ese cuerpo de bailarín y de payaso, ese cuerpo que todo lo podía, componerse y descomponerse, arquearse, ocupar todo el espacio, temblar, se vuelve el más Hyde de todos los mr Hyde, da miedo, llega a dar mucho miedo, por los demás, por él mismo, no lo hagas, por favor no lo hagas, no te hagas eso, es y no es el padre de lirios rotos, es lo que es y lo que fue, bajo el desastre sigue siendo el mismo, hay al menos esa confianza en la película, ese cuerpo descompuesto siempre podrá recomponerse, los bailarines payasos nunca se rompen del todo, solo se arquean al máximo, al borde de la ruptura, y luego vuelven a recomponerse, pero el miedo, o más bien el pánico, el pánico a que se rompa para siempre, ha sido real... 
... y lo que quería decir es que hay que ver a Hal Skelly moviéndose en The Struggle y eso no es todo, no se parece a nada esta película hecha con los restos de un mundo que desaparece, el cuerpo de un hombre que de chiquillo se escapó con el circo, tres o cuatro calles del Bronx, tres o cuatro decorados de cartón verdad (creo que volveremos a ellos) y ese sonido de principios del sonoro, ese sonido como con grumos, que suena como de milagro, ese sonido de las películas más bellas del mundo mundial... 

(The Struggle, Griffith)

No hay comentarios:

Publicar un comentario