miércoles, 23 de diciembre de 2015

veo una oscuridad


Y, a veces, cuando cierro los ojos, los veo caminando a los dos, de noche por una calle de estudio, de noche por una noche de mentira, una noche de oscuridad, farolas y ventanas iluminadas, cierro los ojos y los veo caminando, en esta película donde a todas partes se va caminando, nadie coge el coche, como mucho el metro, pero además el metro no lo cogen para ir a alguna parte, no, lo cogen para volver al punto de partida, para viajar en el tiempo pero no en el espacio, cuando de verdad quieren moverse van andando, y a veces ni eso, a veces aparecen sin más, en esta película no siempre existe el espacio, no siempre existe el tiempo, se vive en suspensión, y quizás ahora estos dos no caminan para ir a ninguna parte, caminan por caminar el uno al lado del otro, hablando, caminan porque el caminar a dos hace la amistad, cuando cierro los ojos los veo ahí, caminando los dos detrás de un hombre y una mujer, pareja en ciernes, caminan los dos, el psicólogo no tan cínico, el poeta no tan desencantado, y van hablando, con voces suaves,  no recuerdo bien de qué hablan, de poesía, creo, de escribir poesía y de publicarla, y creo que en fondo hablan del tiempo suspendido, de la vida que pasa sin que pase nada, del recuerdo lejano de otra forma de vivir, en otro tiempo fue de otra manera, del deseo de acabar con el tiempo suspendido, y mientras hablan ya ha pasado algo, ese hablar y caminar de los dos juntos ya es algo nuevo, ya no hablan solos, ya no monologan, ya no dan el espectáculo del personaje tras el que se han escondido durante todos estos años de tiempo suspendido, ahora se hablan el uno al otro, hay algo frágil ahí entre los dos, una intimidad, ya no están solos, y eso es algo nuevo, eso es algo que existía en aquella vida de antes, la vida que se vivía, algo que los dos habían perdido y que de pronto vuelve a estar ahí, en esta película las cosas a veces aparecen sin más y apenas las vemos entre los susurros y las sombras, las vemos como con los ojos cerrados, como una imagen que flota en la oscuridad y poco a poco va desapareciendo y sin embargo nunca acaba de desaparecer.
(La séptima víctima, Mark Robson)

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