lunes, 4 de enero de 2010

Big Bussiness. Nochevieja.


DECLARACIÓN DE GUERRA A HOLLYWOOD

Estoy decidido a declarar la guerra de una vez por todas a Hollywood y sus habitantes. No me gusta la gente que gruñe, la encuentro llena de suficiencia y futilidad, pero puesto que ya no tengo ninguna confianza en Hollywood en general y en el cine americano en particular, estoy decidido a decirlo.
Sabéis qué acogida tuvo mi última película, Monsieur Verdoux, en ciertos cines americanos y en particular en Nueva York. Sabéis que algunos sabuesos me trataron de "comunista" y de "antiamericano".
Esto, sólo porque no quiero pensar como todo el mundo; porque los manitús de Hollywood consideran que se pueden deshacer de no importa quién. Pero pronto perderán sus ilusiones y tomarán conciencia de ciertas realidades.
Lo digo claramente: yo, Charles Chaplin, declaro que Hollywood agoniza. Hollywood ya no tiene nada que ver con el cine, que se supone un arte: el trabajo no consiste allí más que en hacer salir por un grifo kilómetros y kilómetros de película.
Puedo añadir que, en esta ciudad, es imposible para cualquiera obtener un éxito cinematográfico si rechaza conformar su conducta a la de todos los demás, si se presenta como un pionero que se atreve a desafiar las reglas establecidas por el big business de la película.
No penséis que quiero defender mi propia causa. Consideremos, por ejemplo, el caso de Orson Welles. No estoy desde luego de acuerdo con él en todos los puntos de su concepción del cine. Pero él se atrevió a a decir no a los hombres del big bussiness. Y ahora está acabado para Hollywood.
Sobre todo, no imaginéis que soy un revolucionario, un incendiario, como escribió un periodista de Boston. Pero es que parece que haya cometido un crimen. He declarado varias veces que desde mi punto de vista el patriotismo ignora las fronteras. Esto es cierto para el cine y para la política. (...)
Hollywood libra en este momento su última batalla y la perderá, a menos que deje de producir películas en cadena, a menos que comprenda por fin que las obras maestras del cine no pueden nacer del trabajo en serie, como de tractores en una fábrica.
Pienso, objetivamente, que es el momento de comprometerse en un camino nuevo, y de hacer que el dinero no sea el dios todopoderoso de una comunidad decadente.
Dejaré din duda los Estados Unidos a no mucho tardar, aunque ellos me hayan procurado tantas satisfacciones morales y materiales. Y en el país al que vaya a acabar mi vida, intentaré recordar que soy un hombre como los demás y que tengo derecho, en consecuencia, al mismo respeto que los otros hombres.
(Charles Chaplin. Reynolds News [Agencia], 1947.) 

* El diablo dedica esta traducción a Pedro Almodóvar, que en la necrológica de Iván Zulueta publicada en El País en 31/12/09 dice que Zulueta fue, "junto con Erice, el que mayor sentido estético supo dar a sus imágenes". De los pocos que todavía, de vez en cuando, hablan: Almodóvar. 
Ni que decir tiene que lo que Chaplin decía del cine americano en 1947 podría, debería decirse de todos los cines desarrollados hacia 2010. "Hollywood-Cinecittà-Mosfilm", que decía Glauber Rocha. Es tan triste que aún habría que añadir: Telecinco-Canal Più.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario