martes, 29 de diciembre de 2009

Pissing territories (descripción de un detalle sonoro de Una condesa de Hong-Kong y poco más)

Ogden (Marlon Brando) y Natascha (Sophia Loren) se ven obligados a estar en el mismo camarote de un transatlántico. Suena una musiquilla que parece la banda sonora de la película. Pero ella va hasta la radio y la baja. Entra él. Tiene que ir al baño, y antes de entrar sube la música. Entra en el baño. Ella vuelve a bajarla música. Él se asoma a la puerta del baño y le pide que la vuelva a subir. Sigue la música, nosotros permanecemos en la habitación con ella y no oímos nada. Cosas del pudor. Gran idea de sonido.
(Si mal no recuerdo Bergman cuenta en La linterna mágica uno de sus amores. Una mujer, no recuerdo cual, con la que se fue de viaje a París y allí, en una pequeña habitación con el baño al lado, a los dos les dio la diarrea. Y se iban sucediendo el uno al otro en el baño, acelerando de manera imprevista la intimidad entre ellos.)
Más tarde él entra en el baño. Oímos entonces de manera muy clara un chorro. Recordamos la secuencia anterior y podemos pensar que estamos oyendo a Ogden mear, aunque suena más bien como una bañera que se llena, pero como la secuencia anterior nos ha dejado la imagen mental de él haciendo sus necesidades, así que pensamos que está meando. Sale entonces del baño y comprendemos que se trataba finalmente del grifo de la bañera.
Reaparece la idea mucho más tarde, cuando Natascha se ha tenido que casar con Hudson, para que pueda entrar en Estados Unidos. Ella está de nuevo en el camarote y Hudson va al baño. Le oímos entonces hacer gárgaras y vemos en el rostro de Natascha el desagrado al oír las gárgaras de Hudson, reverso de la situación en la que Ogden subía la música para no ser oído por Natascha.
Por cierto que en esta película nunca vemos el baño. Los personajes entran y salen de él, pero nunca lo vemos. Ni siquiera nos podemos hacer una idea muy clara de a qué se parece. Es una idea, la idea de baño, el último escondite.

(Quisiera saber también si los ecos entre La condesa de Hong Kong y Marnie, y no solo la presencia de Tippi Hedren, son casuales o intencionados. En la película de Hitchcock también una mujer de dudoso pasado viajaba en trasatlántico con un hombre rico, en ese caso su marido, pero en una relación que no llegaba a ser consumada, la palabra obsesiva del mayordomo Hudson en La condesa cuando lo casan con Natascha, consumar o no consumar el matrimonio, y las dos películas plantean el siempre serio problema de un hombre y una mujer en el mismo camarote. A verificar. Y verificar también qué hace con el cuarto de baño Hitchcock.)

3 comentarios:

  1. Un ingeniero de Sony en paro tras ERE16 de enero de 2010, 8:39

    Lo siento pero tengo que decirlo: si los japoneses hace décadas que inventaron para los lugares públicos inodoros con célula fotoeléctrica que hace que de las entrañas de la taza salga música cuando algo cae, no fue tanto para que no se oyera el sonido rítmico e ininterrumpido del chorro de fuente como por ese otro, entrecortado y como a sacudidas, rotundo, individual y mucho más caro de oir. (for Sony)

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  2. Un gran mierda para Sony, di que sí.

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  3. Francisco Piquete16 de enero de 2010, 8:42

    Ojo que a este paso os cierran el blog.

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