domingo, 7 de febrero de 2016

mi mano sobre tu pecho


I speak in answers only
to see them in my mind

Es una película de chistes. Eso ya lo dije.
Es una película de canciones. Eso ya lo diré.
Es una película de cuerpos. Eso lo digo ahora.
No lo digo bien. Es una película de cuerpos que desean y de cuerpos deseados.
Cuerpos que desean cuerpos que pueden ser historias, que son promesas de otra vida.
Marthe con su cuerpo busca el cuerpo del inquilino al que nunca ha visto pero con el que imagina poder salir de su vida actual para siempre.
Jacques va siguiendo por la calle cuerpos alrededor de los cuales luego entreteje fantasías de una vida de melodrama.
...ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe...

Ved la mano de él sobre el rostro de ella.
El rostro de ella es sueño pero también es cuerpo, es sueño hecho piel y carne y huesos.
Lo acaricia como se acaricia un cuerpo.

Antes hubo, y esto es importante, muy importante, el asombro de ella ante su propio cuerpo: espalda, mano, rodilla, pierna, pie... ¡Qué asombro que mi cuerpo sea un cuerpo!

Ahora, en los muelles, de noche, es la mano de Jacques la que se asombra de que el cuerpo de Marthe no sea una idea sino un cuerpo, y aprieta y aprieta, como quien pregunta, ya sabéis, el deseo es una pregunta... 
Y entonces vemos, como no habíamos visto antes, a pesar de su desnudez, el cuerpo de Marthe.
La mano de Jacques lo hace visible de otra manera.
Vemos también el cuerpo de Jacques, vemos ese cuerpo que es todo deseo, todo pregunta.

Aún quedan la mano que baja y, más tarde, en el bar, la mano en la rodilla.
Y luego las historias que vuelven a empezar y las preguntas que se quedan sin respuesta y de todas maneras la respuesta, dicen, no existe.

(Cuatro noches de un soñador, Bresson)

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