viernes, 26 de diciembre de 2014

así fue como se reencontraron Églantine et Perceval


... sobre la espalda de este hombre sacado de una cama de miseria para rodar un plano en las duchas de un hospital o de un hospicio, sobre esa espalda que frota la mano derecha de Églantine, la mano izquierda de Perceval reencuentra la mano izquierda de Églantine, sobre la espalda de ese hombre sacado de su cama de mala manera por Edgar el cineasta, vuelve a empezar, quizás, la historia de Églantine y Perceval, la historia de los jóvenes que por ser jóvenes no necesitaban historia, y por qué sobre esa espalda, pienso ahora en el lomo del asno Baltasar y no es eso, me pregunto qué importa más en ese plano, si las manos o la espalda, qué lugar es ese, esa espalda, quizás las manos de Églantine y Perceval ya no pueden encontrarse en el aire, me pregunto si esa espalda es su red Tristán, como la del matrimonio de viejos resistentes que veremos más tarde, me pregunto sobre qué se encontraban o no Edgar y la mujer que iba de tren en tren limpiando y cuyo tono de voz hacía vivas las ideas, me pregunto, sí, por qué esa espalda, y temo ponerle palabras, hacerla símbolo de algo, traducirla, una espalda no se traduce, no, pero debería de haber algo que pensar a partir de ese plano de ese número tres, mano y mano y espalda, decidme, por favor decidme...

(Elogio del amor)

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