sábado, 21 de mayo de 2016

Out 1, de Jacques Rivette, del 28 al 29, en el Garaje Galaxia


estáis invitadas a  venir
estáis invitadas a invitar

Teatreras, conspiradores, conspiranoicas, aprendices de aventurero, chicas que juegan a los cowboys, trágicas, cómicos, coristas, fantasmas supersticiosos, gatos de Cheshire, expertos en Balzac, aficionadas a Esquilo, personas cuadrúpedas, animales bípedos, locas y locos ¡oíd! 

Desde el sábado 28 de mayo a las seis de la tarde hasta el domingo 29 al amanecer veremos, en un garaje llamado Galaxia, en una ciudad que se parece mucho a Madrid, que quizás sea Madrid, una película larga, muy larga, y única, muy única, y esa película se llama Out 1. 

La dirigió, lanzándose al vacío y sin red, Jacques Rivette, un cineasta que parecía un gato, y que como los gatos caía siempre de pie, por vacío que estuviese el vacío, o que más bien no llegaba nunca a tocar el suelo, se quedaba siempre cayendo en una dimensión paralela, levitando a toda velocidad. 

Lo que quiero decir, si consigo ponerme simple, es que Rivette rodó la película con una vaga idea de la historia que iba a contar, dando a los actores la libertad de inventar sus personajes y sus escenas, como lanzando un gran juego del tamaño de una ciudad secreta, una ciudad irreal escondida dentro de una ciudad real llamada París. 

Y así salieron dos grupos de teatro que trabajan sobre obras de Esquilo, que trabajan por trabajar, por aprender, por experimentar, por vivir, sin saber a dónde irá todo esto, sin pensar si al final habrá escenario, público, esas cosas, y qué ganas entran al verlos de saltar, gritar, improvisar, recitar lentamente, recitar a toda velocidad...

Y así salió también una chica que juega con armas en la soledad de su cuarto y que luego sale a la ciudad a conseguir dinero de los hombres inventándose historias, dejándose llevar y desapareciendo, jugando, a veces un poco, a veces un mucho, con fuego. 

Y un joven sordomudo que va de bar en bar repartiendo el porvenir, una tienda donde no se vende nada, o quizás solo azar, y una misteriosa conspiración, el grupo de los trece, que os tendrá casi trece horas intrigados, ¿será ella, será él, seré yo, uno de los trece?

Y no sé, es una película contagiosa, creo, que da ganas de hacer cosas, de moverse, de hablar, de hacer cine, o quizás teatro, sí, hacer teatro sin escenario, convertir el mundo en teatro o en juego, desde dentro ir contagiando a la realidad de otra cosa, qué cosa será...

La película la veremos, decía, si venís, (y sino también, pero menos felices), en el Garaje Galaxia, que está acá, desde el sábado 28 a las 6 hasta el domingo 29 a la hora de la mañana a la que terminemos, y la pondremos en su francés original con subtítulos en inglés porque españoles no los hay y no dan ni el tiempo ni las fuerzas para hacerlos y lo más importante es decir que traigáis cojines y mantas y todo lo que se os ocurra para ablandar el mundo o al menos el suelo, y lo digo en serio, no es broma ni retórica, que ninguna peli se ve mejor con el culo dolorido ni con la espalda hecha fosfatina.

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